Las válvulas son componentes esenciales en la fontanería debido a las diversas tareas que pueden realizar. Gracias a un elemento en movimiento, estos aparatos tienen la habilidad de controlar el flujo de líquidos o gases, permitiéndoles iniciar, detener o ajustar a voluntad la circulación, dependiendo de si se requiere regulación. Los conductos y aberturas pueden encontrarse abiertos, bloqueados o cerrados según las necesidades específicas de cada situación.
1. Características de las válvulas de fontanería.
Las válvulas utilizadas en fontanería pueden variar en tamaño y funcionar bajo diferentes temperaturas y presiones. Además, pueden ser fabricadas con una amplia gama de materiales. La versatilidad de estas válvulas les permite transportar una gran diversidad de líquidos y gases con total seguridad, incluso si se trata de sustancias tóxicas o altamente corrosivas.
Según el mecanismo de accionamiento del obturador de la válvula, es posible clasificarlas en válvulas lineales, cuarto de giro o multigiro. Dentro de las válvulas multigiro, se pueden distinguir varios tipos, como las válvulas de compuerta, las de globo, las de aguja o las de diafragma. Por otro lado, entre las válvulas de cuarto de giro, que tienen un movimiento de rotación que oscila entre 0 y 90 grados, se destacan la válvula tipo «plug», la válvula esférica, la válvula de mariposa y la válvula de bola, siendo esta última la más comúnmente utilizada en el campo de la fontanería.